La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Yo veo tus lagrimas
siento tu dolor
te quieres rendir, y no puedes batallar,
sientes que en tu interior las fuerzas se te acaba, postrado en el suelo, ya no puedes orar
pero hoy se acaba la ruina que hay en tu vida que va destruyendo todo lo que en ti yo edifice
poco a poco se va, rompiendo todas tus cadenas
y toda la tierra sabra que contigo esta el gigante de Israel
yo te libero (te libero)
te prometo que no te desamparare, y que aunque haigas caido yo te levantare
si eres fiel la corona, te entregare
y aunque el enemigo venga contra ti, no podras vencer no no
(CORO)
porque hoy se sana las heridas que hay en tu vida
que va destruyendo el ministerio y talento, robandote el poder
poco a poco tumbamos murallas derribamos barreras
y toda la tierra sabra que contigo esta el gigante de israel
(yo te libero) yo soy tu Dios, y te liberto, del odio, el rincor, la triztesa y la soledad, fornicacion y alduterio
(yo te libero) hoy yo te liberto, del dolor, de la angustia yo soy espiritu de Dios
Yo soy, tu libertador
yo te libero