La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Profundo dolor cargaste en la cruz
Lo hiciste por mí
Cuán grande tu amor llevaste al morir
Soy nuevo en ti
Cómo explicarle al corazón lo que recibe
Clavado en un madero fue la historia más sublime
Llevando la maldad a lo profundo tú lo hiciste
Dejando en el olvido sé que ahora estoy más vivo
Lejos de mí llevaste mi pasado
Borraste mis pecados
Lejos sin ti hay un invierno que no para
Pero tu fuego es quien me atrapa
No aguantaría ni un minuto separado de tu amor
Por siempre quiero escucharte y sentir tu dulce voz
Respiro por ti, regalo es tu gracia
Me ayuda a vivir
Me das libertad, cambiaste mi vida
Y hoy puedo sonreír
Cómo explicarle al corazón lo que recibe
Clavado en un madero fue la historia más sublime
Llevando la maldad a lo profundo tú lo hiciste
Dejando en el olvido sé que ahora estoy más vivo
Lejos de mí llevaste mi pasado
Borraste mis pecados
Lejos sin ti hay un invierno que no para
Pero tu fuego es quien me atrapa
No aguantaría ni un minuto separado de tu amor
Por siempre quiero escucharte y sentir tu dulce voz
Que me hable en las mañanas
Que me guía con tu calma
No quiero nada más, yo no quiero nada más
Has tomado mi pasado y lo arrojaste lejos
Lejos de mí llevaste mi pasado
Borraste mis pecados
Lejos sin ti hay un invierno que no para
Pero tu fuego, tu fuego es quien me atrapa
No aguantaría ni un minuto separado de tu amor
Por siempre quiero escucharte y sentir tu dulce voz