La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Estoy cansada de escuchar
Que sea normal
Cuando dicen que se fue
De esta vida, otra mujer
Basta ya de llorar
De tener que ocultar
El dolor que dejó
A tus días sin color
Es momento para derrotar
El miedo que nos hace callar
Es momento para demostrar
Que mujer significa fuerte ser
Gritemos juntas
Por las que hoy ya no están
Por los sueños
Que ya no podrán lograr
Gritemos juntas
Ni una más
Gritemos juntas
Que a partir de hoy, no dejaremos de luchar
Sé que no dejas de pensar
Si de algo sirve hablar
Si alguien podrá
Ponerse en tu lugar
Es momento para derrotar
El miedo que nos hace callar
Es momento para demostrar
Que mujer significa fuerte ser
Gritemos juntas
Por las que hoy ya no están
Por los sueños
Que ya no podrán lograr
Gritemos juntas
Por las que no han vuelto a su hogar
Gritemos juntas
Por las que viven en la oscuridad
Gritemos juntas
Por los hijos que hoy están
Pidiendo al cielo
Que regrese su mamá
Gritemos juntas
Ni una más
Gritemos juntas
Ni una más
Gritemos juntas
Ni una más
Gritemos juntas
Ni una más