La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
No me elegiste por ser el ejemplo del barrio
No me elegiste por llegar a la iglesia temprano
Ni por saber de memoria un versículo entero
Sino quizás porque estaba rendido y dispuesto
Tú me dijiste que era del mundo la sal
Y así metiste la mano en el alquitrán
Tú no buscaste a alguien sin pecado y maldad
Sino un hombre a quien poder transformar
Porque donde la razón dice que no, jesús dice si
Donde ya nadie mas cree, el cree en ti
Y su anhelo más grande es que seas feliz
Donde la razón dice que no, jesús dice si
Donde ya nadie mas cree, el cree en mi
Dijo que el reino ha llegado esta delante de ti
No me elegiste por haber sido un hombre perfecto
Por tu perdón y tu gracia es que salí del infierno
Fue el requisito morir en mi sufrimiento
Si un pecador se arrepiente hay fiesta en el cielo
Porque donde la razón dice que no, jesús dice si
Donde ya nadie mas cree, el cree en ti
Y su anhelo más grande es que seas feliz
Donde la razón dice que no, jesús dice si
Donde ya nadie mas cree, el cree en mi
Dijo que el reino ha llegado esta delante de ti