La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Siento tu presencia en este cuarto
la dulce sinfonia de tu voz
dice mi nombre
me abraza un recuerdo fugaz
Siento el verde aroma de tu abrazo
negandome aceptar que ya no estas
dices mi nombre
despierto a mi triste verdad
Naufrago en mi cama de tanto llorar
mi alma rendida
se deja llevar
mi fe no responde
no tiene sentido luchar
el cielo se nubla que puedo esperar
tan solo el abrazo de la tempestad
prefiero morir
no quiero la vida sin ti.....
Siento el verde aroma de tu abrazo
negandome aceptar que ya no estas
dices mi nombre
despierto a mi triste verdad
Naufrago en mi cama de tanto llorar
mi alma rendida
se deja llevar
mi fe no responde
no tiene sentido luchar
el cielo se nubla que puedo esperar
tan solo el abrazo de la tempestad
prefiero morir
no quiero la vida sin ti.....
sin ti
sin ti.......
no quiero la vida sin ti.