La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Oh Jehová tú me has examinado
Y conocido mi sentarme y levantarme
Has entendido señor mis pensamientos
Escudriñado mi andar y mi reposo
//Porque tú eres Dios//
(Solo de Acordeón)
Mis caminos no te son desconocidos
Pues aun no está la palabra en mi boca
He aquí, Jehová tú la conoces
Maravilloso no lo puedo comprender
Coro
A donde huiré de tu Espíritu
A donde huiré de tu presencia
Si subiere hasta los cielos hay estas tu
Si al seol yo descendiera allí tu estas
Si tomare las alas del alba o habitare en la mar
Aun hay me guiara tu mano me alcanzara
Ciertamente las tinieblas no me cubrirán de ti
Aun la noche resplandecerá alrededor de mí
//No puedo huir de ti//
(Solo de Acordeón)
Mis caminos no te son desconocidos...
(Solo de Acordeón)
(Gracias a Julio C. por esta letra)