La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Simplemente estoy flotando en el deseo
O tal vez estoy borracho en tu mareo
Cada que te vas, llevas mi presente
Lo que tú me das, jamás es suficiente
Y ven, ven
Vuelve a ser, ser
En mi piel
Mi locura favorita
Y ven, ven
Dime que, que
No te irás
Que esta historia es infinfta
Y ven
Una y otra vez, quisiera consentirte
Que mi estupidez, te invite a reirte
Quiero despertar y así seguir soñando
Quiero ver el mar, tomados de la mano
Y ven, ven
Vuelve a ser, ser
En mi piel
Mi locura favorita
Y ven, ven
Dime que, que
No te irás
Que esta historia es infinfta
Y no me falta nada
Si me pierdo en tu mirada
Si navego por tu espalda
Y soy un prisionero
Que ha pedido que lo encierren
En la cárcel de tus besos
Y ven, ven
Vuelve a ser, ser
En mi piel
Mi locura favorita
Y ven, ven
Dime que, que
No te irás
Que esta historia es infinfta
Y ven
O-oh
Anda nila, ven