La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Verso 1:
Te veo parado aí
Solo y en confusión.
Ha sido roto tu corazón,
Ya nada puedes hacer.
Y pones todas tus fuerzas
Para poder sonreír.
Las palabras no tienen sentido
Crees que no puedes seguir.
Pre-Coro:
La soledad que sientes
Yo la puedo sentir
Toma el amor que te doy
Libre serás al fin
Coro:
Un día verás lo que vales para mí
Un día verás que el miedo desaparecerá
Verso 2:
No hay nada que improvisaré
Pues como un libro tu vida es
Siempre llena de historias
Y en tus sueños estaré
El corazón me duele
Cuando te veo así
Quisiera que creyeras que
Mis promesas son para Ti
Pre-Coro
//Coro//
Puente:
Y descansa en mí
Deja el pasado atrás
Te sostendrá un amor por siempre.