La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Dos seres hay en mi
Que quieren dominar
El uno va con Dios
Y el otro esta muy mal
Y aquí me encuentro yo
Tratando descifrar, cuál de ellos tomará
Todo el control de mi vida normal
Ya tengo que escoger a cual he de servir
Sino me quedo atras
Y hay uno inmoral sino le doy control
Sin ropa me dejará
El todo lo quiere, fumar o comer
Tomar o bailar
Me hace celoso, avaro y pretencioso
Con orgullo informal
Por el siento envidia y todo me fastidia
De Dios me separará
El otro es muy sutil
Sincero de verdad
Me conoces muy bien
Y sabe a donde va
Me enseña a disfrutar de todo
Lo que tengo sin exagerar
Si triste me consuela y todo
Me lo enseña de manera eficaz
En el hay un poder sobrenatural
Que yo no puede explicar
Me enseña a caminar por la ruta
Del bien y donde he de parar
Me enseña el futuro y si estuviera
Enfermo el sanara
Con el nunca estoy solo y tengo la certeza
Que a Dios me llevará
En el hay un poder sobrenatural
Que yo no puede explicar
Me enseña a caminar por la ruta
Del bien y donde he de parar
Me enseña el futuro y si estuviera
Enfermo el sanara
Con el nunca estoy solo y tengo la certeza
Que a Dios me llevará