La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Solo, derrotado
Fallaste alguna vez
Creíste que podías
Salir solo de esta terrible prisión
Frió, a oscuras
No hay luz, no puedes ver
Solo en la condena
Te preguntas si hay solución para ti
Yo te digo
Rinde tu orgullo
Acepta ayuda
El te conoce
Se llama jesús y te viene a ayudar
Solo, derrotado
Con miedo de vivir
Oculto, huyendo
Tratas de fugarte de tu realidad
Habitas con mentiras
En un mundo de vanidad
Huyendo estas seguro
Y regresas siempre al mismo lugar
Yo te digo
Rinde tu orgullo
Acepta ayuda
El te conoce
Se llama jesús y te viene a ayudar