La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Perdoname amor, por haberte fallado
perdoname amor, por habrerme equivocado
haber sido como un perro sin collar, sin amor.
Perdoname amor, por haberte enga?
perdoname amor, por haberme enamorado
cuando tu amor se me fue,
yo me qued?allado.
¡Ay, amor que viene y que va
como las olas del mar,
y mueren en la arena!
Y mueren en la arena.
¡Ay, amor que viene y que va
como las olas del mar,
y mueren en la arena!
Y mueren en la arena.
Extra?ensaci?ue recorre mi cuerpo
me dijiste adi? sent?orir por dentro,
ahora soy un coraz?ue no late,
y que est?uerto.
Amarga soledad, pesada la condena
quererte olvidar, esconder tanta pena
tener que mirar al mar,
y s?verla a ella.
¡Ay, amor que viene y que va
como las olas del mar,
y mueren en la arena!
Y mueren en la arena.
¡Ay, amor que viene y que va
como las olas del mar,
y mueren en la arena!
Y mueren en la arena.
Como las olas del mar,
y mueren en la arena .