La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Coro
¿Quién como el Señor? no hay nadie
¿Quién como el Señor? No no no no no hay nadie
¿Quién como el Señor? No hay nadie
¿Quién como el Señor? No no no no no hay nadie
¿Si Dios es con nosotros quién se nos opone?
Cumple Sus promesas no hay como Él
¿Qué hay que nos separe del amor de Cristo?
Cumple Sus promesas no hay como Él nadie como Él
No se encuentra en todo el mundo igual
No se encuentra en todo el mundo igual
(Se repite 2 veces)
Hay que expresar al comparar
¿Quién sé atreverá?
Pues no hay semejante
(Se repite)