La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Ya, no me quedan fuerzas en el alma
Soñar, me costo perderme el mundo desde enero
Con la fe, no pude mover esta gran montaña
Sin querer, me fui a dar un paseo hasta el infierno
Ya se termina el año y los amores de verano
Brillan como las estrellas después de la tempestad
Me encuentro aquí parado viendo como me desarmo
Extrañándola un poco de más
¿Donde estas que no te puedo ver?
Ya esta asomando enero otra vez
Ya es tanta la locura necesito lucidez
Ya esta asomando enero otra vez
Recordé, el mar que se apocaba en su mirada (de mar)
La ansiedad, me hizo convertirme en prisionero
Descubrí, que a un deseo lo alimenta la distancia
Me perdí y morí, tratando de encontrarla en otros besos
Ya se termina el año y los amores de verano
Brillan como las estrellas después de la tempestad
Y yo me encuentro aquí parado viendo como me desarmo
Extrañándola un poco de más
¿Donde estas que no te puedo ver?
Ya esta asomando enero otra vez
Ya es tanta la locura necesito lucidez
Ya esta asomando enero otra vez