La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Vi una estrella fugaz
Y a la luna dormir
Y copos de nieve
Caer sobre mí
Detrás del horizonte
Vi al sol esconderse
Aún me sorprende
El milagro que encierra vivir
Hoy se abren mis ojos
Con mayor claridad
Y entiendo el misterio
De la Navidad
Y el canto de un ángel
Muy dentro de mí
Llena mi alma
De paz al decir
Canta la la la la la, la la la la la la
Ha nacido Dios, El Savior
Canta la la la la la, la la la la la la
El Mesías, Cristo el señor
Y la luz desse ángel
Me cubre de amor
Y llena de gozo
A mi corazón
Hoy comprendo el mensaje
Y la tradición
De adorar este día
Al hijo de Dios