La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
//será glorificado//
y su nombre //levantado//
esta tierra perecerá
más su nombre perdurará
su iglesia avanzará el ades no aguantará
Paso a paso avanzamos
con amor derrumbamos las puertas del mal
Fiel y justo, poderoso
grande, bueno y majestuoso
Nombre sobre todos, coronado en majestad.
//Su reino es para siempre//
//vendrá rodeado de gloria//
y será en alto elevado
cada lengua declarará las rodillas se doblarán y su iglesia brillará y las naciones lo verán
Paso a paso avanzamos
con amor derrumbamos las puertas del mal.
Fiel y justo, poderoso
grande, bueno y majestuoso
Nombre sobre todos, coronado en majestad.
//Su reino es para siempre//
///Levantamos manos santas hacía él que digno es///
(Gracias a Carmen Rivera por esta letra)