La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
La bienvenida
Tú nos diste a tu casa,
por el velo rasgado
pudimos entrar.
levantaste nuestra cabeza
y al ver tu cara
sin vergüenza
pudimos caminar
nos abriste, esa puerta
y a Tu hogar, podemos entrar
con brazos abiertos,
nos esperaste
y hoy descansamos,
en tu paz
nos acercaste
con amor a tu rebaño
y nos cubriste
de santidad
tu sanaste nuestras heridas
con tu mano.
y somos libres
para amar
nos abriste, esa puerta
y a tu hogar, podemos entrar
con brazos abiertos,
nos esperaste
y hoy descansamos,
en tu paz
somos hijos, redimidos
//aceptados//
proclamaremos desde lo alto
//cuanto nos amas//
cuanto nos amas
nos amas
es tan alto
nos amas
es tan ancho
nos amas
tan profundo
nos amas
es tu amor
nos amas
nos abriste, esa puerta
y a tu hogar, podemos entrar
con brazos abiertos,
nos esperaste
y hoy descansamos,
en tu paz
nos amas
(Gracias a Katty Materano por esta letra)