La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Algo más me dice el corazón, algo más
Algo más escucho en el silencio, hay algo más
Algo más por conocer y disfrutar
Algo más que llevara mi vida a otro lugar
Algo más oi en un sueño, hay algo más
Algo más escucho en la mañana al despertar
Algo más me grita el corazón al añorar
Algo más que llevara mi vida a otro lugar
Coro
Quiero llegar a ese lugar
En el que escucho hay algo más
Donde se puede disfrutar
De tu presencia sin dudar
Donde mis pensamientos son
Solo de ti de nadie más
Donde se pueden conectar
Momentos de eternidad
Donde hay algo más
Algo más me digo en el espejo, hay algo más
Algo más se escucho como un eco al descansar
Algo más me dicen las estrellas al brillar
Algo más que llevara mi vida a otro lugar
Coro
Quiero llegar a ese lugar
En el que escucho hay algo más
Donde se puede disfrutar
De tu presencia sin dudar
Donde mis pensamientos son
Solo de ti de nadie más
Donde se pueden conectar
Momentos de eternidad
Coro
Quiero llegar a ese lugar
En el que escucho hay algo más
Donde se puede disfrutar
De tu presencia sin dudar
Donde mis pensamientos son
Solo de ti de nadie más
Donde se pueden conectar
Momentos de eternidad
Donde hay algo más
Donde hay algo más
Donde hay algo más