La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Cuando te quieran llevar
Por el camino del mal
No convengas, no, no, no
Sus argumentos tendrán
Para quererte desviar
Mas no cedas
Bienaventurado como árbol plantado serás
Vivirás como árbol junto al agua
Que da su fruto a tiempo y su hoja no cae
Crecerás plantado en la presencia de Dios
Y todo lo que emprendas prosperará
Fructificará
Y tu deleite hallarás
En su palabra de amor
Meditando
Sus mandamientos serán
En tu camino una luz
Alumbrando
Bienaventurado como árbol plantado serás
Vivirás como árbol junto al agua
Que da su fruto a tiempo y su hoja no cae
Crecerás plantado en la presencia de Dios
Y todo lo que emprendas prosperará
Fructificará