La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Solo queda el eco
solo quedan sombras nada mas
de lo que fue
de lo que vi
solo queda el aire
solo los recuerdos nada mas
y el sentimiento que volveras
pero no me alcanza
no me sacia no
no me conformo
nada mas con añorar
coro:
vuelve a mi
vuelve a mi casa mi jardin
vuelve a llenar mi corazon
con tu fragancia con tu amor
vuelve a gritar en mi interior
rompe el silencio con tu voz
y no te apartes
mi Señor
solo quedan huellas
solo aquel perfume nada mas
de lo que fue de lo que vi
solo quedan sueños
solo aquel murmullo nada mas
y el sentimiento que volveras
pero no me alcanza
no me sacia no
no me conformo
nada mas con añorar
(coro)
no me alcanza el aire
no me sacia el eco nada mas
a mi jardin vuelve a mi