La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Quiero vivir allá en
una casa en las montañas
cerquita del cielo,
cerquita de Dios.
Quiero vivir allá
donde el aire es puro y sano
donde puedo respirar
el mismo sol.
Pero todavía no... no
Quiero vivir allá
donde el río es abundante
cerquita del cielo,
cerquita de Dios.
Quiero vivir allá
donde un día has de llevarme
donde puedo respirar
el mismo sol.
Pero todavía no... no
Coro:
Y aquí estoy
en este valle de huesos estoy,
soplando vida y aliento
aquí estoy,
en este valle tan desierto,
tan sediento de tu amor;
aquí estoy.
Quiero vivir allá
donde siempre es primavera
cerquita del cielo,
cerquita de Dios.
Quiero vivir allá
donde canta la mañana
donde hay arboles
que danzan con el sol.
Pero todavía no... no
(Coro)
(Gracias a David Hancco Pantoja por esta letra)