La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Y yo que pensaba que habías olvidado
Todas esas cosas que algún día te pedí
Todas las canciones que un día te escribí
Y me he dado cuenta
Que han estado allí
Haciendo memoria delante de ti
No te has olvidado de lo que escribí
Pero me conoces
Y es tu decisión
Y a su tiempo me darás lo que es mejor
Coro:
Todos mis anhelos tienen tu color
Tienen el latido de tu corazón
Yo no quiero nada sin tu dirección
Todos mis anhelos son de ti SEÑOR
Tienen tu cadencia tienen tu pasión
No me importa nada solo tu Favor
...Y yo que pensaba que habías olvidado...
Coro...