La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Tanto tiempo ya va caminando y me detengo a contemplarlo
Tantas penas que el pañuelo tuve que cambiar más de una vez
Tengo marcas que nacieron de tanto reírme con los años
Y tengo los recuerdos más bonitos escondidos en mi piel
Quién
Creería que tú llegarías como acto de magia
Como si aún no es tarde
Para enamorarse
Llegaste
Pusiste en mi boca un te quiero
Como un dulce con caramelo
Necesitaba un amor del bueno
Llegaste
Dijiste: Pues claro, te quiero
Para enamorarse no hay tiempo
Necesitaba un amor del bueno
Ahora que perdono mis errores puedo ver todo más claro
Ahora que el silencio me acaricia y se fue la soledad
Llegas con una sonrisa puesta, iluminas mis espacios
Tú llegas y me dices al oído: Quédate una noche más
Quién
Creería que tú llegarías como acto de magia
Como si aún no es tarde
Para enamorarse
Llegaste
Pusiste en mi boca un te quiero
Como un dulce con caramelo
Necesitaba un amor del bueno
Llegaste
Dijiste: Pues claro, te quiero
Para enamorarse no hay tiempo
Necesitaba un amor del bueno
Quién
Creería que tú llegarías como acto de magia
Como si aún no es tarde
Para enamorarse
Llegaste
Pusiste en mi boca un te quiero
Como un dulce con caramelo
Necesitaba un amor del bueno
Llegaste
Dijiste: Pues claro, te quiero
Para enamorarse no hay tiempo
Necesitaba un amor, un amor
Llegaste
Pusiste en mi boca un te quiero
Como un dulce con caramelo
Necesitaba un amor del bueno