La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Ladrón de amores me llaman
Por robarme tu cariño
Como a un juguete que a un niño
Se le antojaría al pasar
Con el me robe tus besos
Y un rizo de tu cabello
Pero me he enredado en ello
Y no me puedo escapar
Tipitipitin, tipitin
Tipitipiton tipiton
Todas las mañanas
Junto a tu ventana
Canto esta canción
Tipitipitin, tipitin
Tipitipiton tipiton
Y eso es el sonido
Del fuerte latido
De mi corazón
Con mi guitarra en la mano
Y en ella un ramo de flores
Una mañana temprano
Voy cantando mis amores
Y en mi cantar voy diciendo
Que nunca la he de dejar
Y que hasta que no
Me quiera
De cantar yo eh de dejar
Tipitipitin, tipitin
Tipitipiton tipiton
No me dice nada
Pero esta encantada
Con esta canción
Tipitipitin, tipitin
Tipitipiton tipiton
Y esto es el sonido
Del fuerte latido
De mi corazón
Tipitipitin, tipitin
Tipitipiton tipiton
No me dice nada
Pero esta encantada
Con esta canción
Tipitipitin, tipitin
Tipitipiton tipiton
Y esto es el sonido
Del fuerte latido
De mi corazón
Tipitipitin, tipitin
Tipitipiton tipiton
Y esto es el sonido
Del fuerte latido
De mi cora zon