La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Acaso no soy lo que esperabas
Acaso no soy lo que soñabas
Acaso no soy ese principe azul
Que vino en las noches a encender tu luz
Con canciones y poesias en serenata
Acaso no soy tu buen amigo
Acaso no soy tu fiel amante
Acaso no soy el que te hace reir
Y a veces tambien el que te hace llorar
No lo niego, nunca dije ser el hombre ideal
Es que no soy perfecto
Tan solo soy humano
A veces nos peleamos
Para luego conformarnos
Es que no soy perfecto
Pero asi me quisiste
Con todos mis defectos
Con todas mis virtudes
Asi me conociste
Acaso no soy tu buen amigo
Acaso no soy tu fiel amante
Acaso no soy el que te hace reir
Y a veces tambien el que te hace llorar
No lo niego, nunca dije ser el hombre ideal