La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Nacen insectos en mi cabeza
de los pensamientos se alimentan
Fluye mi sangre para ilustrar
la frágil línea de la realidad
Avanzando, sin regresar
Aplastando, mi verdad
Ya no puedo calmar
la sed de las sombras que matan mi ser
Allá en la realidad
se esconden momentos de hoy y de ayer
Momentos, de hoy y de ayer
Momentos, de hoy y de ayer
El mar consume la luna llena
el sol de la noche me quema
Sin dolor toca mis venas
el silencio temores crea
Avanzando, sin regresar
Aplastando, mi verdad
Ya no puedo calmar
la sed de las sombras que matan mi ser
Allá en la realidad
se esconden momentos de hoy y de ayer
Momentos, de hoy y de ayer
Momentos, de hoy y de ayer