La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Ave Sin Rumbo Toribio Jiménez
Después de aquel desengaño
Mi corazón la espero
Pero pasaron los años
Y aquel cariño, jamás volvió
Llorando, la busque por los caminos
Sin saber cómo el destino
Injustamente nos separo
Cariño, en mi ser quedo prendido
Sin pensar que mi destino
Toda la vida, la he de querer
Y a sola, vago sin rumbo entre la sombra
Y a sola, cuantas auroras han de morir
Llorando, la busque por los caminos
Y a pesar de mi destino
Toda la vida, la he de querer