La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Para celebrar tu día
Se abrieron todas las flores
Y entonaron los cantores
Un concierto de alegría
Virgen del Carmen que linda eres
Échame Madre la bendición
No olvides mi relación
Bendita, Virgen bendita
Porque tu fuerza infinita
Revivió mi corazón
Levanta Madre al caído
Salva al enfermo y al niño
Y derrama tu cariño
Sobre este suelo querido