La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Ayer te vi, fue mas claro que la luna
En mi no quedaron dudas, fue una clara aparición
Me ha saltado el corazón cuando te vi
Ayer te vi, después de buscarte tanto antes de salir el sol
Y pedirte que me dejes ver tu rostro en oración, ayer te vi
Te vi en un niño de la calle sin un lugar para dormir
Te vi en sus manos extendidas pidiendo pan para vivir
Te vi en sus ojos suplicantes y en su sonrisa titubeante, ayer te vi
Te vi en un cuarto de hospital, en soledad te vi llorar
Te vi en el rostro atribulado de un enfermo desahuciado
Sin esperanza de vivir, cansado de tanto sufrir, ayer te vi
Ayer te vi, fue mas claro que la luna
En mi no quedaron dudas, fue una clara aparición
Me ha saltado el corazón cuando te vi
Ayer te vi después de buscarte tanto antes de salir el sol
Y pedirte que me dejes ver tu rostro en oración, ayer te vi
Te vi en un niño de la calle sin un lugar para dormir
Te vi en sus manos extendidas pidiendo pan para vivir
Te vi en sus ojos suplicantes y en su sonrisa titubeante, ayer te vi
Te vi en un cuarto de hospital, en soledad te vi llorar
Te vi en el rostro atribulado de un enfermo desauciado
Sin esperanza de vivir, cansado de tanto sufrir, ayer te vi
Ayer te vi
Te disfrazas y te escondes de mi vista, pero ayer te vi
Ayer te vi