La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Esta vez, no quería cantarle a este amor
Esta vez, no quería decir que mi amor
Es la niña que un día yo conocí
Y ese día por su amor me perdí
Ya lo ven
Soy arena pegada a la mar
Y sé bien que la mar no podré navegar
Pues la mar me escogió para hacer
Y formar su principio y final
¿Cómo ser diferente
A toda esa gente que canta de amor?
¿Cómo ser diferente
A toda esa gente que canta de amor?
Para mí, el amor es más grande que el mar
Y sé bien, que yo formo parte de ese amor
Y es tan bello, quise amar de verdad
A esa niña que un día yo conocí
Más ya ven
Soy arena pegada a la mar
Y sé bien que la mar no podré navegar
Pues la mar me escogió para hacer
Y formar su principio y final
¿Cómo ser diferente
A toda esa gente que canta de amor?
¿Cómo ser diferente
A toda esa gente que canta de amor?
¿Cómo ser diferente
A toda esa gente que canta de amor?
¿Cómo ser diferente
A toda esa gente que canta de amor?
¿Cómo ser diferente
A toda esa gente que canta de amor?