La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Así, como una rosa desecha por el viento
Así como una hoja reseca por el sol
Así como se arroja de costado un papel viejo
Así mi alma tu imagen arrojó
Así, como se marcha la noche con el día
Así como se aleja un velero hacia altamar
Así como se escapa el agua entre los dedos
Así me dejé ir, sin meditar
Más hoy, que estoy cansada y tan cansads de llorar
Quiero saber si tú querrías regresar
Junto a mi lado para amarnos otra vez
Tal vez, estés pensando que no quiera ya de ti
Ese calor que alguna vez yo te pedí
Y que después, abandoné, así, así
Más hoy, que estoy cansada y tan cansada de llorar
Quiero saber si tú querrías regresar
Junto a mi lado para amarnos otra vez
Tal vez, estés pensando que no quiera ya de ti
Ese calor que alguna vez yo te pedí
Y que después, abandoné, así, así