La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Señor mil días lejos de ti
Fueron mil razones para rendirme a ti
Mas vale un día en tu rebaño
Que mil perdido en otros campos
Mis enemigos han cambiado
De leones a reyes
De osos a soldados
Como oveja estuve rodeado
Por eso tengo
Yo tengo
Mil razones hoy para entregarme
Por eso tengo
Yo tengo
Mil razones hoy para entregarme
Por eso tengo
Yo tengo
Mil razones hoy para entregarme
Porque solo en tus brazos, pues solo en tus brazos
Yo estaré seguro, si estaré seguro
Tu eres mi pastor
Y nada me falta, nada
Porque solo en tus brazos, pues solo en tus brazos
Yo estaré seguro, si estaré seguro
Tu eres mi pastor
Y nada me falta, nada me faltará
Mis enemigos han cambiado
De leones a reyes
De osos a soldados
Como oveja estuve rodeado
Por eso tengo
Yo tengo
Mil razones hoy