La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Celebrad a Cristo, celebrad
Celebrad a Cristo, celebrad
Celebrad a Cristo, celebrad
Celebrad a Cristo, celebrad
Resucitó, Resucitó
Y por siempre El vivirá
Resucitó, Resucitó
Venid a celebrar
Que nuestro Señor resucitó
(Repetir 3 veces)
FINAL:
Resucitó, Resucitó
Venid a celebrar (x6)
Que nuestro Señor resucitó
(Repetir Final x2)