La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Reforéstame el amor de ayer siembra una tarea de cariá±o en mi corazón dá¡le de beber, abónalo en tu pecho desnáºdalo sobre el huerto y hazlo crecer.
Reforéstame al amanecer cubre con tus manos mi lecho y un rayo de luz nos dibujará¡ mi tierra es de la buena tu siembra será¡ cosecha una vez má¡s.
Y si llueve arrópalo en tu pelo arráºllalo en la arena y enséá±ale el camino de la luna entre palmeras.
Y bendácelo en el riachuelo y a gajo de ternura acuéstalo en el cielo como nube de azucena.
Reforéstame el amor de ayer siembra una tarea de cariá±o en mi corazón dá¡le de beber, abónalo en tu pecho desnáºdalo sobre el huerto y hazlo crecer.
Y si llueve arrópalo en tu pelo arráºllalo en la arena y enséá±ale el camino de la luna entre palmeras.
Y bendácelo en el riachuelo y a gajo de ternura acuéstalo en el cielo como nube de azucena.
Reforéstame el amor de ayer siembra una tarea de cariá±o en mi corazón dá¡le de beber, abónalo en tu pecho desnáºdalo sobre el huerto y hazlo crecer.