La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Yo bailo mi bachata con mi muchachita buena, sí
Pues ella es vida para mi, lo sé
La flor que sueño en mi jardin mujer
Y bailo mi bachata con mi muchachita linda, eehh
Tu risa me corona la ilusión
Y dicta el pulso de mi corazón
Y bailo, me siento dichoso contigo
De tantos ser yo el elejido
Para recibir la promesa de tu amor
Y tu nombre lo repito una y otra vez
La más fiel respuesta de mi fé
Yo bailo mi bachata
Con mi muchachita buena
Bachata que me arropa
En la piel de una nube
Con manto de estrellas
Y bailo mi bachata
Con mi muchachita linda
Bachata de horizonte
Bachata de espuma
Con falda de arena
Yo bailo mi bachata con mi muchachita buena, sí
Tus ojos son la fuente de mi luz
Que dan al cielo su vestido azul
Y bailo mi bachata... Muchachita linda...
La tierra gira cuando me hablas tú
Y alegra el eje de mi norte y sur
Y bailo, me siento dichoso contigo
De tantos ser yo el elejido
Para recibir la promesa de tu amor
Y tu nombre lo repito una y otra vez
La más fiel respuesta de mi fé
Yo bailo mi bachata
Con mi muchachita buena
Bachata que me arropa
En la piel de una nube
Con manto de estrellas
Y bailo mi bachata
Con mi muchachita linda
Bachata de horizonte
Bachata de espuma
Con falda de arena
Yo bailo mi bachata
Y bailo mi bachata
Yo bailo mi bachata