La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
En tiempos de desesperación
Cuando hay duda y temor
Solo hay un fundamento
Creemos, creemos
En medio de esta generación
Tu luz nos alumbrará
Solo hay una esperanza
Creemos, creemos
Creemos en el Padre
Creemos en Jesús
En el Espíritu Santo
Y nos dió vida en la cruz
Creemos en su sacrificio
Creemos que el venció
Que ha resucitado
Y volverá otra vez
Creemos
Que nuestra fe sea más fuerte
Mas grande que una canción
Y aún en las debilidades
Creemos, creemos
Creemos en el Padre
Creemos en Jesús
En el Espíritu Santo
Y nos dió vida en la cruz
Creemos en su sacrificio
Creemos que el venció
Que ha resucitado
Y volverá otra vez
Que los perdidos y muertos cobren vida hoy
Aqui y ahora nos invada tu amor
Que la Iglesia se levante y proclame su fe
Creemos, creemos
Y las puertas del infierno no prevalecerán
El poder de Dios nos dió libertad
Y sabemos que su amor nunca fallará
Creemos, creemos
Creemos en el Padre
Creemos en Jesús
En el Espíritu Santo
Creemos, creemos
Creemos en el Padre
Creemos en Jesús
En el Espíritu Santo
Y nos dió vida en la cruz
Creemos en su sacrificio
Creemos que el venció
Que ha resucitado
Y volverá otra vez
Creemos, creemos
Creemos, creemos