La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
¿Cómo puede ser que el Bueno y Justo
Se hizo hombre y fuera a morir
Por el más vil pecador?
¿Cómo siendo yo su enemigo
El sufrimiento en mi lugar tomó
En aquella cruz?
Y cargó mi maldad sobre Él
Su rectitud, por la fe, mía es
Aleluya, glorioso intercambio
Oh cuan gran misterio
Que por gracia salvo soy
Aleluya, gloria sea a Cristo
Por su sacrificio
Declarado justo soy en Él
¿Cómo es posible que en Jesús
Como a su Hijo Él me recibió
Y Su nombre llevo hoy?
Su perfecta vida de obediencia al Padre
Al yo creer, Él me otorgó
Y perdón me dio
Pues cargó mi maldad sobre Él
Su rectitud, por la fe, mía es