La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Yo he visto el dolor acercarse a mí
Causarme heridas, golpearme así
Y hasta llegué a preguntarme, donde estabas tú
He hecho preguntas en mi aflicción
Buscando respuestas sin contestación
Y hasta dude por instantes, de tu compasión
Y aprendí que en la vida todo tiene un sentido
Y descubrí que todo obra para bien
Y que al final será
Mucho mejor lo que vendrá
Es parte de un propósito
Y todo bien saldrá
Siempre has estado aquí
Tu palabra no ha fallado
Y nunca me has dejado
Descansa mi confianza sobre ti
Yo he estado entre la espada y la pared
Rodeada de insomnios sin saber que hacer
Pidiendo a gritos, tu intervención
A veces me hablaste de una vez
En otras tu silencio solo escuche
Que interesante tu forma de responder
Y aprendí que lo que pasa bajo el cielo
Conoces tú, que todo tiene una razón
Y que al final será
Mucho mejor lo que vendrá
Es parte de un propósito
Y todo bien saldrá
Siempre has estado aquí
Tu palabra no ha fallado
Y nunca me has dejado
Descansa mi confianza sobre ti
Ohhhh
Y que al final será
Mucho mejor lo que vendrá
Es parte de un propósito
Y todo bien saldrá
Siempre has estado aquí
Tu palabra no ha fallado
Y nunca me has dejado
Descansa mi confianza sobre ti
Sobre ti... Ohhh...