La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Corazón mi vida ven a bailar,
dame una oportunidad que te quiero enamorar..
Dame un poquitito de todo tu amor tu calorcito
el fuego de tu piel, lo necesito
y mia seras, veras, no escaparas
sueño con tenerte, mirarte a los ojos convencerte
de que seas mia y simplemente
te quiero amar, besar y algo mas...
Corazón mi vida ven a bailar
dame una oportunidad que te quiero enamorar
eres mi obseción, mi cielo, mi duda
mi tentación, ternura, mi sueño,
mi perdición locura, te veo en cada rincon...