La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
En la soledad
Escuché un suspiro
Era mi interior
Deseando estar contigo
No es casualidad
El tiempo ni el camino
Que nos preparó
Para lo que vivimos
Somos como sombras
Que bailan a la luz de una vela
Somos un par de navegantes
Creyendo en más que posibilidades
Somos como gotas
Encontrándose en el mar azul
Ah ah ah, ah ah, ah
Noche que cambió
Lo que de amor pensaba
Esto ha sido más
De lo que imaginaba
Oh oh oh, oh oh
De la lluvia al sol
Bailaremos juntos
La historia de este amor
Fué escrita antes que el mundo
Somos como sombras
Que bailan a la luz de una vela
Somos un par de navegantes
Creyendo en más que posibilidades
Somos como gotas
Encontrándose en el mar azul
Uh, uh, uh... Uh, uh, uh... Uh uh uh, uh uh
Pues nadie más me puede enamorar
Es su sonrisa vida al despertar
Somos como sombras
Que bailan a la luz de una vela (ah ah ah, ah) somos un par de navegantes
Creyendo en más que posibilidades
Somos como gotas
Encontrándose en el mar azul