La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Para echarle un pulso al cielo,
voy a subir al Moncayo,
voy a subir al Moncayo
para echarle un pulso al cielo.
Donde las águilas duermen,
donde las águilas duermen
dormiré mi mejor sueño.
Dos banderas llevo,
llevo dos banderas,
las dos abrazadas
junto al corazón,
junto al corazón,
junto al corazón.
Las dos son orgullo
de dos razas bravas.
Una lleva el águila,
la otra el león.
Mi madre es de Ejea
de los Caballeros
y mi padre un charro,
y es de Veracruz.
Y he venido a verte,
España querida,
a besar tu tierra,
poniendo los brazos
los brazos en cruz.
Dos vírgenes llevo
colgadas del alma,
y dentro del pecho
les hice un altar.
Las dos son morenas,
las dos son muy majas,
la de Guadalupe,
la de Guadalupe
y la del Pilar.
Las dos son morenas,
las dos son muy majas,
la de Guadalupe,
la de Guadalupe
y la del Pilar.
Y la del Pilar.