La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Abre tus puertas por que tu amanecer llego
Tu sol hoy brilla , tu luz nunca se apagara
Soy tu salvador, soy tu redentor quien te da seguridad
Eres fuerte en mi
Un sonido nunca oido un estruendo celestial
Levantate y resplandece hoy
Con mi luz mi poder te cobrira
Resplandece en las naciones
Sin temor brillaras levantate
Levantate