La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
¡Jesucristo!
Reinas con poder
Soberano
Victorioso rey
Ni la muerte
Pudo detener
Tu poder para vencer
Dios de lo imposible
¡Te adoramos!
Eres invencible
¡Soberano!
Tuya es toda la gloria
Tuyo es todo el honor
¡Jesucristo!
Reinas con poder
Soberano
Victorioso rey
Ni la muerte
Pudo detener
Tu poder para vencer
Dios de lo imposible
¡Te adoramos!
Eres invencible
¡Soberano!
Tuya es toda la gloria
Tuyo es todo el honor