La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
La vida no es un sueño de ilusión,
Más bien es un proceso de elección,
Unos son capaces de luchar
Y otros nunca lograrán avanzar,
Como una lucha fugaz,
Sin tregua y sin piedad,
Unos podrán vencer
Y otros perderán,
Oh, dime dónde estás,
Desde dónde ves tú la puerta principal.
No hay compromiso bilateral,
O estás dentro o no estás,
O estás en la barca o te hundes en el mar,
No, no hay compromiso bilateral.
Algunos piensan: "no hay porque reaccionar,
Es más cómodo y seguro dejarse llevar",
Siguen la corriente, y cuando lo intentan
Ya no hay forma, no hay camino hacia atrás,
Círculo mágico y cruel,
Cadenas en la piel,
Ansias de vida y amanecer,
Oh dime dónde estás,
Desde dónde ves tú la puerta principal.
No hay compromiso bilateral,
O estás dentro o no estás,
O estás en la barca o te hundes en el mar,
No, no hay compromiso bilateral.
De pronto viene a escena uno más,
Y nos dice que Él es el camino y la verdad,
Que nos es fácil seguirle, que hay dolor
Pero que no hay otra posible solución,
Dice que Él sabe volver,
Pero solo pide tu fe,
Puedes ignorarle o puedes ir con Él,
Oh dime dónde estás,
Desde dónde ves tú la puerta principal.
No hay compromiso bilateral,
O estás dentro o no estás,
O estás en la barca o te hundes en el mar,
No, no hay compromiso bilateral.