La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Que fácil es tergiversar las palabras,
Quitar un punto, un acento de aquí o de allá.
Y al final la frase suena tan distinta,
No tiene nada que ver con el original.
Mirando nuestro mundo hoy se me ocurre,
Puede que nuestra trampa sea igual,
Hemos hecho nuestro
Lo que en un principio era un préstamo,
Que Dios nos hizo cuando
Nos dio vida con el aire,
Nos dio luz con las estrellas
Y el romance de la luna con el mar,
Nos dio el fuego, y nos dio el agua,
Nos dio el valle y la montaña
Y el regalo de la voz para cantar.
Y nos hizo como niños,
Nos dio juegos de valor,
Cierta dosis de cariño,
Nos dio juegos, nos dio humor,
Nos dio la vida, la vida Él nos dio,
Sin razón alguna nos amó.
Es tiempo de empezar por el principio
Mirar al cielo y volver a comenzar,
Es hora de entender que nada es nuestro,
Que todo lo tendremos que entregar.
Que solamente en Dios está la vida
Y solamente Él la puede quitar
Vivimos de prestado
Y tarde o temprano nos veremos
Cara a cara frente a aquel que..
Nos dio vida con el aire,
Nos dio luz con las estrellas
Y el romance de la luna con el mar,
Nos dio el fuego, y nos dio el agua,
Nos dio el valle y la montaña
Y el regalo de la voz para cantar.
Y nos hizo como niños,
Nos dio juegos de valor,
Cierta dosis de cariño,
Nos dio juegos, nos dio humor,
Nos dio la vida, la vida El nos dio,
Sin razón alguna nos amó.