La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Tengo la palabra
en mi espiritu
tengo la palabra
en mi mente
tengo la palabra
en mi boca
con la palabra de Dios
no puedo fallar no no
tengo la palabra
en mis caminos
tengo la palabra
en mi conducta
tengo la palabra
en todos mis dichos
con la palabra de Dios
no puedo fallar
su palabra me guia
me ilumina
me cuida y me brinda
direccion alegria
proteccion cada dia
camino en su palabra y yo se que yo no puedo fallar
tengo la palabra
en mi espiritu
tengo la palabra
en mi mente
tengo la palabra
en mi boca
con la palabra de Dios
no puedo fallar
su palabra me guia
me ilumina
me cuida y me brinda
direccion alegria
proteccion cada dia
camino en su palabra y yo se que yo no puedo fallar
su palabra es poderosa
mas cortante es
que una espada
que penetra en la mente y en el corazon de los hombres camino en su palabra y yo se que yo no puedo fallar