La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Tengo un corazón en la frente
Me pesa la mente y me hace cansar
Tengo una grieta en el diente
La gente no entiende que es para silbar
Tengo un acento valiente
Y una cuenta pendiente
Que debo saldar
Y una guitarra que siente
Que ya no la entienden
Y empieza a llorar
Tengo un recuerdo en almíbar
Para que no amargue le doy de fumar
Y un nubarrón justo encima
Que nunca termina
Que suele tronar
Tengo la hierba en la mano
Me vuelvo gusano al tratar de volar
Y un paraíso mundano con buenos y malos
Y locos de atar y locos de atar...
Es tiempo de contarle al tiempo ya
Que se acabó mi soledad
Que tengo un par de buenos sueños
Para echarma a navegar
Y mil maneras de pensar
Y cuando coño cambiará
Y para cuando cambie el tiempo
Nunca cambie mi disfraz
Tengo un recuerdo en almíbar
Tengo la hierba en la mano
Y un paraíso mundano
Tengo un recuerdo en almíbar
Y un nubarrón justo encima
Tengo la hierba en la mano
Y un paraíso mundano x3