La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Frente en alto, caminando
Firme, firme
Expando el vuelo y me siento al fin
Tan libre, libre
Algo dentro de mi, quiere salir
Y no hay nada que me detenga
Hay un fuego, en mi interior
Que consume todo lo que soy
Es la melodía de mi corazón
Que hoy se torna canción
Y presiento
Que esto es solo el comienzo
Cada miedo, y tropiezo
Venceré, venceré
Por mis sueños y anhelos
Luchare, luchare
Algo dentro de mi, quiere salir
Y no hay nada que me detenga
Hay un fuego, en mi interior
Que consume todo lo que soy
Es la melodía de mi corazón
Que hoy se torna canción
Y presiento
Que esto es solo el comienzo
Hoy viviré, esta realidad
Al fin llegué, no hay marcha atrás
Hay un fuego, en mi interior
Que consume todo lo que soy...
Es la melodía de mi corazón
Que hoy se torna canción
Y presiento
Es la melodía de mi corazón
Que hoy se torna canción
Y presiento
Que esto es solo el comienzo