La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
La sangre de Jesús tiene el poder
Para restaurar al hombre y a la mujer
Es la puerta que hoy se abre para ti
Es medicina que remedia cualquier condición
No lo pienses más
No endurezca tu corazón
Puedes librarte del tormento
Que te amarga
Si pronunciareis hoy el nombre del maestro
Romperías ataduras del siniestro
Si pronunciares hoy el nombre de Jesús
El de la cruz
Hoy saldrías de tinieblas
Hoy saldrías de tinieblas
Hoy saldrías de tinieblas
A la Luz
Dale al corazón una oportunidad
Cierra todas las heridas con ungüento de paz
Para que andar buscando
Por el mundo divagando
Si la felicidad se halla en su presencia.