La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Mi pasado borró
Mi tristeza quitó
Hoy nueva criatura soy en él
No más condenación
Echó fuera el temor
Danzaré con libertad
Mi pasado borró
Mi tristeza quitó
Hoy nueva criatura soy en él
No más condenación
Echó fuera el temor
Danzaré con libertad
Por eso
Canto, danzo, salto, para Cristo
Somos la generación que alegra su corazón
Por eso
Canto, danzo, salto, para Cristo
Los jóvenes y ancianos
Juntamente nos alegramos
Somos la generación, que canta para él
Somos la generación, que danza para él
Somos la generación, que salta para él
Por eso
Canto, danzo, salto, para Cristo
Somos la generación que alegra su corazón
Por eso
Canto, danzo, salto, para Cristo
Los jóvenes y ancianos
Juntamente nos alegramos