La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Por amor a tu nombre no callare
Por amor a tu palabra no callare
Tu fuego arde en mi nadie lo apagara
Por amor a tu nombre no callare…
No,no callare gritare tu nombre poderoso salvador
No, no callare proclamare tu nombre majestuoso Gran Yo Soy
No callare hey hey (4x)
No callare ¡!
(Gracias a adriana macias por esta letra)